Pronunciación:
/ˈstɑːtɪŋ ˈsæləri/
Si
voy a trabajar todos los días es con la esperanza de a final de mes cobrar un
salario (“salary”) que me permita
llegar a final de mes (“to make ends
meet”) sin tener que basar mi alimentación en bocadillos de chóped u hongos
de los que salen en las juntas de la bañera. Lamentablemente, esto es lo máximo
a lo que pueden aspirar aquellos que acaban de firmar un contrato con una
empresa puesto que el salario inicial (“starting
salary”) que les van a pagar los primeros meses (o años) va a ser tan bajo
que uno se planteará completar el sueldo vendiendo algún órgano no vital de los
que tenemos repetidos en el cuerpo humano.
Este “starting
salary” en ocasiones se justifica por parte de la empresa en que estás en
un periodo de prueba (“trial period”)
en el que controlaran si eres valido o no para el puesto, y más adelante, para
cuando las ranas críen pelo, entonces se plantearan en darte un aumento (“give you a raise”) que te servirá para
acompañar el bocata de chóped con algún tranchete o quesito ocasionalmente.
En
las ofertas de trabajo para referirse al “starting
salary” podemos ver otras expresiones como “competitive salary”, que viene a significar que ese sueldo inicial
será muy similar al que otras empresas del ramo ofrezcan en esas mismas
condiciones.
Lo
jodido en una entrevista de trabajo es cuando te pregunta por el sueldo que
cobrarías (tu “salary expectation”)
que si es muy alto supondrá que no te contraten, y si es muy bajo luego no vas
a poder pedir que lo suban. Es por ello que lo mejor es informarse de lo que
pagan en puestos similares en diversas empresas y dar una cifra que esté dentro
de ese “salary range” u horquilla de
sueldos.
Ejemplo de uso: “My starting
salary as a newly qualified teacher wasn't enough to support a family.” (“Mi salario inicial
como profesor recién titulado no era suficiente para mantener una familia.”)
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