- "Cashback" ... ("Sacar
dinero en metálico de la tarjeta (supermercado)")
Pronunciación: /kæʃbæk/
No hay nada más molesto que tener que ir al cajero automático (“ATM”) a sacar (“to withdraw”) dinero porque gracias a la crisis se ha convertido en el hogar de algunos homeless y es de poca educación interrumpir su siesta o tropezar y volcar su cartón (“carton”) de vino. Además, las comisiones (“commissions”) que cobra el navajero que espera en la esquina a que alguien saque dinero ha aumentado últimamente sobre todo desde que su mujer ha vuelto a tener un niño y los gastos familiares le han aumentado. Que podrá ser ladrón, pero es un padre responsable.
Para solucionar todos estos problemas de golpe, en algunos países de habla inglesa tienen la opción del “cashback”, que consiste en que cuando efectúas una compra en un supermercado, si pagas con tarjeta, le puedes pedir a la cajera que te de dinero en efectivo. Efectivamente le pides dinero de TU tarjeta, y el dinero que te da en metálico (“cash”) se une a la factura de lo comprado, y dicho dinero solo te lo proporcionan si efectúas una compra.
Hay que asegurarse de que la opción del “cashback” se da en el país al que vayas, porque si no, la dificultad del concepto, unido al pobre inglés de algunos, puede dar lugar a la confusión (“misunderstanding”) de que crean que estas cometiendo un atraco (“to carry out a robbery”) y algún otro cliente de la cola puede sacudirte con un taser una descarga de 20.000 voltios que te va a achicharrar hasta la pelusilla del ombligo (“navel fluff”).
Gracias a este sistema no solo podemos hacer compras en internet con una tarjeta de crédito robada sino que incluso, si la cajera (“cashier”) no se fija, podemos hacer las compras de la semana e incluso sacar dinero suelto para cubrir otros gastos.
Ejemplo de uso: “Use your debit card for purchases or get cashback from a retailer.” (“Usa tu tarjeta de débito para las compras o saca dinero en metálico en una tienda.”)
Pronunciación: /kæʃbæk/
No hay nada más molesto que tener que ir al cajero automático (“ATM”) a sacar (“to withdraw”) dinero porque gracias a la crisis se ha convertido en el hogar de algunos homeless y es de poca educación interrumpir su siesta o tropezar y volcar su cartón (“carton”) de vino. Además, las comisiones (“commissions”) que cobra el navajero que espera en la esquina a que alguien saque dinero ha aumentado últimamente sobre todo desde que su mujer ha vuelto a tener un niño y los gastos familiares le han aumentado. Que podrá ser ladrón, pero es un padre responsable.
Para solucionar todos estos problemas de golpe, en algunos países de habla inglesa tienen la opción del “cashback”, que consiste en que cuando efectúas una compra en un supermercado, si pagas con tarjeta, le puedes pedir a la cajera que te de dinero en efectivo. Efectivamente le pides dinero de TU tarjeta, y el dinero que te da en metálico (“cash”) se une a la factura de lo comprado, y dicho dinero solo te lo proporcionan si efectúas una compra.
Hay que asegurarse de que la opción del “cashback” se da en el país al que vayas, porque si no, la dificultad del concepto, unido al pobre inglés de algunos, puede dar lugar a la confusión (“misunderstanding”) de que crean que estas cometiendo un atraco (“to carry out a robbery”) y algún otro cliente de la cola puede sacudirte con un taser una descarga de 20.000 voltios que te va a achicharrar hasta la pelusilla del ombligo (“navel fluff”).
Gracias a este sistema no solo podemos hacer compras en internet con una tarjeta de crédito robada sino que incluso, si la cajera (“cashier”) no se fija, podemos hacer las compras de la semana e incluso sacar dinero suelto para cubrir otros gastos.
Ejemplo de uso: “Use your debit card for purchases or get cashback from a retailer.” (“Usa tu tarjeta de débito para las compras o saca dinero en metálico en una tienda.”)
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