- "Shotgun
wedding" ...
("Boda de penalti”)
Pronunciación: /ˈʃɒtgʌn ˈwɛdɪŋ/
El “wedding” es la ceremonia de boda que suele tener lugar “the Big Day”, es decir, el gran día en que el que la hipoteca del piso pasa a ser compartida y a partir del cual las madres pueden ya ponerse a insistir en que las hagamos abuelas y si es necesario no van a dudar en agujerearnos todos los condones con tal de que esto suceda lo antes posible.
Lo que pasa es que uno no siempre da ese paso llevado por sentimientos románticos hacia la otra persona, sino que en ocasiones se lleva a cabo por presión de otros al haber un embarazo de por medio. Esto sucede cuando ese pinchito pegado antes del matrimonio (“premarital sex”) tiene consecuencias no deseadas y da lugar a que algún futuro abuelo (“grandpa-to-be”) saque la escopeta de caza (“shotgun”) de la vitrina, la cargue con postas de cazar elefantes y vaya a tener una charla amistosa con el padre legítimo del futuro retoño.
“Shotgun wedding” es pues, una expresión americana que se usa para las bodas forzosas que resultan bien del embarazo o del sexo prematrimonial mantenido entre los futuros cónyuges (“spouses”). Inicialmente se usaban para aquellas que se solucionaban amenazando con usar la escopeta para matar al bicho causante del ataque al honor familiar, y luego pasó a usarse para hablar de todo matrimonio bajo coacción (“coercion”).
Los españoles usamos como equivalente la expresión “boda de penalti” (“penalty”) quizás porque somos más de futbol que de escopeta, aunque es de suponer que con el tiempo la expresión española se modernice y se pase a “boda de wifi” o “boda de twitter”.
Ejemplo de uso: “After finding out she was pregnant, Gina and Tom had a shotgun wedding.” (“Tras descubrir que estaba embarazada, Gina y Tom se casaron de penalti.”)
Pronunciación: /ˈʃɒtgʌn ˈwɛdɪŋ/
El “wedding” es la ceremonia de boda que suele tener lugar “the Big Day”, es decir, el gran día en que el que la hipoteca del piso pasa a ser compartida y a partir del cual las madres pueden ya ponerse a insistir en que las hagamos abuelas y si es necesario no van a dudar en agujerearnos todos los condones con tal de que esto suceda lo antes posible.
Lo que pasa es que uno no siempre da ese paso llevado por sentimientos románticos hacia la otra persona, sino que en ocasiones se lleva a cabo por presión de otros al haber un embarazo de por medio. Esto sucede cuando ese pinchito pegado antes del matrimonio (“premarital sex”) tiene consecuencias no deseadas y da lugar a que algún futuro abuelo (“grandpa-to-be”) saque la escopeta de caza (“shotgun”) de la vitrina, la cargue con postas de cazar elefantes y vaya a tener una charla amistosa con el padre legítimo del futuro retoño.
“Shotgun wedding” es pues, una expresión americana que se usa para las bodas forzosas que resultan bien del embarazo o del sexo prematrimonial mantenido entre los futuros cónyuges (“spouses”). Inicialmente se usaban para aquellas que se solucionaban amenazando con usar la escopeta para matar al bicho causante del ataque al honor familiar, y luego pasó a usarse para hablar de todo matrimonio bajo coacción (“coercion”).
Los españoles usamos como equivalente la expresión “boda de penalti” (“penalty”) quizás porque somos más de futbol que de escopeta, aunque es de suponer que con el tiempo la expresión española se modernice y se pase a “boda de wifi” o “boda de twitter”.
Ejemplo de uso: “After finding out she was pregnant, Gina and Tom had a shotgun wedding.” (“Tras descubrir que estaba embarazada, Gina y Tom se casaron de penalti.”)
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